Historia y Vivencias
Prof. Lic. Luis Angel Maggi.
PAPA FRANCISCO ¿qué hiciste?. Reflexión.- 1° - 08 -25-
¿PERO QUÉ LÍO HICISTE FRANCISCO?
por Teresa Calvo Maceira.
¿Pero qué hiciste Francisco? Te has marchado sin darte cuenta del lío que armaste, de lo que iniciaste, del fuego que provocaste.
Sí, porque en mi vida de fe todo estaba relativamente bien antes de que llegaras. Antes de que hace poco más de 12 años te pusieras esa túnica blanca y tomaras por nombre ese nombre que ahora resuena por todos lados: “Francisco, el Papa de los marginados”.
¿Qué hiciste Francisco? Me pediste que saliera de ese cristianismo cómodo, blandengue, tibio. De ese que se deja solo para los domingos en el templo, del que se conforma con colgarse un crucifijo o un rosario, del que se queda en rezos pero no se convierte en vida.
¿Qué hiciste Francisco? No solo a mí, sino a miles de personas que ahora nos cuestionamos si de verdad estábamos viviendo nuestra fe católica o solo estábamos lavando nuestras conciencias. Porque con lo que hiciste Francisco, me quitaste la paz, la tranquilidad de un alma adormecida por la comodidad, y me pediste que volteara a ver el mundo, no mi burbuja, sino el mundo real.
¿Qué hiciste Francisco? No solo abrazaste a los enfermos, sino que los miraste a los ojos, no tuviste temor de tocarlos, de amarlos, de meterte en sus vidas. Y con ello, no solo les diste alivio, sino que les devolviste su dignidad. Comiste con los indigentes, los invitaste a tu mesa, los hiciste sentir en casa. Y con ello me pediste que yo haga lo mismo. Que no basta con dar unas monedas sino soy capaz de darles una sonrisa, una palabra, una caricia.
¿Qué hiciste Francisco? Fuiste a las prisiones, a los refugios de migrantes a lavarles los pies, no les preguntaste cuál era su delito o su religión. No te importó si eran musulmanes, hindúes o no creyentes. Para ti todos eran hijos de Dios y reflejo de su hijo Jesucristo. Ahora tengo que detenerme en los cruceros y semáforos de mi ciudad. Buscar a esos hermanos, abrirles la ventana del coche y de mi corazón. Ayudarles a comer algo, pero, sobre todo, brindarles la oportunidad de que se sientan acogidos, de que se sepan mis hermanos.
¿Qué hiciste Francisco? Les besaste los pies a líderes de África que eran enemigos entre sí para suplicarles que se perdonaran y vivieran en paz. Aún después de tu funeral lograste el milagro de que los poderosos del mundo se sentaran en la Basílica de San Pedro a dialogar para terminar la locura de la guerra. Y entonces ¿cómo puedo ser capaz de guardar orgullo o rencor en mi corazón hacia mis enemigos? ¿cómo puedo no dar el primer paso ante aquellos con quienes estoy distanciado? ¿Por qué me obligas a rendir mi orgullo, a bajar mi soberbia y a pedir perdón?
¿Qué hiciste Francisco? Escribiste un libro que se llamaba “El nombre de Dios es Misericordia”. Y yo que creía que se llamaba “Justicia”. Y por eso mismo, no tuviste temor de reunirte con aquellos que son diferentes, que son señalados por el “escándalo” de sus vidas y condenados por “su pecado”. Les abriste la puerta de la Iglesia y de tu corazón a esos “pecadores públicos”. ¡Gays, lesbianas, transexuales y prostitutos! ¿En qué estabas pensando Francisco? O mejor dicho ¿en Quién estabas pensando? Me recordaste que la única diferencia entre ellos y yo es que a ellos se les nota su pecado, y yo escondo los míos para sentirme bueno, para creerme digno, para disfrazarme de aquellos a los que Jesús les sentenció: “el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”.
¿Qué hiciste Francisco? Permitiste que los niños jugaran e hicieran escándalos en tus audiencias. Los mirabas divertido mientras los demás se incomodaban y reían nerviosos. ¿Te das cuenta Francisco? ¿Ahora cómo puedo mirar con desaprobación a los padres que llevan a sus niños a las celebraciones y no los pueden controlar? ¿Cómo puedo negar con la cabeza cuando vea un pequeño tirado en el piso de la Iglesia jugando en el templo? ¡Qué escándalo Francisco! ¡Qué escándalo!
¿Qué hiciste Francisco? Mientras los artistas, deportistas, influencers y demás famosos, exhibían sus lujos, su belleza, sus cuerpos y eran capaces de hacer lo que sea por tener miles de seguidores o llenar estadios, tú, en tu silla de ruedas, reuniste a 7 millones de personas en Filipinas y a 1.5 millones de jóvenes en Lisboa solo para pedirles que no te siguieran a ti, sino que alzaran su mirada hacia el único que merece la honra, el poder y la gloria. Al único que vale la pena seguir. A Aquel que te eligió como su vicario.
¿Qué hiciste Francisco? Trabajaste hasta los 88 años y, literalmente, hasta el último día de tu vida. No seguiste el consejo de los médicos que te pidieron descansar, tomar vacaciones, cuidar tu salud y tu vida. No sabían que tu misión era precisamente lo contrario. Entregarte, desgastarte, ofrecer hasta el último aliento de tu vida al igual que tu Maestro. Me has enseñado que en el servicio al Señor no existen jubilaciones, ni planes de pensiones, y que la única recompensa es el privilegio de sabernos pobres trabajadores de su Reino
¿Qué hiciste Francisco? GRACIAS 👍 POR TANTO ❤️
El Hornero Ave Nacional.- 19 - 07 - 25 -
EL HORNERO.AVE NACIONAL.
¿Sabías…
Por qué se declaró al hornero como “Ave Nacional Argentina”?
El 22 de marzo de 1928 el diario “La Razón” publicó una encuesta dirigida a los niños preguntando cuál era el ave que representaba al país. Se adjuntó un cupón para que los chicos completaran. Los estudiantes debían completar nombre, localidad donde vivían y escuela a la que asistían. El diario había puesto como única condición no considerar a las aves de corral. “La Razón” recibió cuarenta mil cupones con votos y, luego del escrutinio, los resultados se publicaron en la edición del 25 de junio de 1928. El primer lugar se lo llevó el hornero, con 10.725 votos, y por ese motivo fue elegido como el Ave Nacional. Finalizada la encuesta, se comunicó el resultado a la “Asociación Ornitológica del Plata”.
El hornero está presente en muchas y canciones y leyendas pertenecientes al folclore de Sudamérica. Es el ave nacional de Argentina desde 1928 y apareció en la moneda nacional de medio centavo de austral en 1985. A partir de 2017 se encuentra dibujado en el billete argentino de mil pesos.
Obra: Rodolfo Ramos - Pintor costumbrista argentino, 1937-2024
https://billiken.lat/.../sabias-que-el-hornero-es-el-ave.../
LEON XIII y una visión horrible. -16 - 7 - 25-
LA VISIÓN DEMÓNICA DE PAPÁ LEO XIII
El 13 de octubre de 1884, el Papa León XIII tuvo una visión horrible. Después de celebrar la Eucaristía, estaba consultando con sus cardenales sobre algunos temas en la capilla privada del Vaticano cuando de repente se detuvo al pie del altar y se sumergió en una realidad que sólo él podía ver.
El horror podía verse en su cara. No te pusiste pálido. Había visto algo muy duro. De repente se recuperó, levantó la mano como una ola y fue a su estudio privado. Ellos lo siguieron y le dijeron: "¿Qué está pasando con Su Santidad? ¿Ella se siente mal? ”
Rispose: "¡Oh, qué imágenes terribles me han permitido ver y escuchar! ”, y se cierra en su oficina.
¿Qué había visto Leo XIII? "He visto demonios y escuchado sus susurros, su blasfemia, sus denigraciones. Escuché la voz espeluznante de Satanás desafiando a Dios, diciendo que podría destruir la Iglesia y llevar al mundo entero al infierno si le daba suficiente tiempo y poder. Satanás le pidió a Dios que le permitiera vivir 100 años para influir en el mundo como nunca antes había podido".
Incluso Leo XIII entendió que si el diablo no cumplió su propósito en el tiempo permitido habría sufrido una derrota humillante. El Pontfice vio aparecer a San Miguel el Arcángel y arrojar a Satanás y sus legiones al abismo del infierno.
Media hora después, llamó al secretario de la Congregación de Ritos y le entregó una hoja, ordenándole que se la enviara a todos los obispos del mundo indicando que la oración que contenía debe ser recitada después de cada Misa.
Aquí está la oración que el Papa escribió:
San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla;
contra la maldad y las trampas del diablo
Sé nuestra ayuda.
Te rogamos:
¡Que el Señor se haga cargo!
Y tú, príncipe de las milicias celestiales,
con el poder que viene de Dios,
arrojado al infierno Satanás y las otras fuerzas malignas,
que vagan por todo el mundo perdiendo sus almas.
Amén.
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